viernes, 13 de mayo de 2016

¿Qué es la disgrafía?

Disgrafía

Aprendamos más sobre la disgrafía


En la actualidad, escuchamos que los niños pueden presentar problemas al momento de leer (dislexia) o déficit de atención. Pero la disgrafía es un tema que va muchas veces de la mano con la dislexia. Si su hijo presenta dificultades para expresarse por escrito, invierte las letras, escribe de derecha a izquierda, entre otros factores, es importante que pueda aprender un poco más sobre este tema. 

Las dificultades de escritura son comunes entre los niños y pueden provenir de diferentes dificultades de aprendizaje y de atención. Este no es un proceso fácil pero por medio de un buen diagnóstico, tratamiento y terapia se puede lograr que el niño pueda mejorar su escritura.

Primero, entendamos ¿Qué es la disgrafía?


De una forma clara y sencilla podemos entender que la disgrafía es la dificultad específica del aprendizaje que se manifiesta en los problemas para escribir.

La disgrafía es una condición que causa problemas para escribir. Este término proviene de las palabras griegas dys (impedido) y grafía (hacer forma de letras a mano). La disgrafía es una dificultad que se encuentra en el cerebro y no es porque el niño sea perezoso ni es responsable de presentar esta dificultad.

Para un niño que presenta esta dificultad, el tomar el lápiz, ver el contenido, organizar las letras en una línea para copiar, son tareas difíciles y que producen estrés y temor. La escritura frecuentemente se ve desordenada e incongruente. Para muchos es difícil deletrear, la ortografía y escribir lo que piensan en un papel. Este proceso de escribir es complicado y lento, sin apoyo, un niño con disgrafía podría tener dificultades en todas sus actividades del colegio y en general. 

Los profesionales pueden utilizar diferentes términos para describir o nombrar las dificultades de expresión escrita pero el que más se usa es el que está en el  DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales-5) no usa el término de disgrafía, sino que utiliza "impedimento en la expresión escrita" en la categoría de "trastorno específico del aprendizaje". 

Cuáles son algunas características que debemos tomar en cuenta:

  1. Escritura invertida de letras y números (escritura en espejo).
  2. La dirección de la escritura se hace de derecha a izquierda.
  3. Agrupación sin sentido de las letras.

  4. Omisiones de consonantes y vocales en casi todas las palabras usadas, sobre todo, por una discapacidad para el aislamiento fonemático.
  5. Juntar las palabras como consecuencia de la dificultad para aislar las palabras. 
  6. Escritura invertida de letras minúsculas, sobre todo confusiones b-d, d-p, y b-p.
  7. Repetición de mayúsculas, sobre todo al inicio de la oración.
  8. Confusión en la escritura de diptongos.
  9. Frecuentes omisiones de letras debido a un déficit de la memoria visual.
  10. Confusión de consonantes y vocales, débiles y fuertes. 

  11. Sustantivos compuestos escritos de forma separada. 
  12. Confusiones en la finalización de las palabras, incluso en dictado (esto pueda pasar por déficit memoria auditiva).
    En el ejemplo es UNTABA QUESO, y termina las oraciones omitiendo letras consonantes y vocales
  13. Inconsecuencia ortográfica (la persona puede escribir bien una palabra y luego escribirla mal) incluso de párrafo a párrafo.
  14. Gran inseguridad al escribir y mayormente al tomar dictado. 


Puntos Claves

  • La disgrafía es un desafío para la expresión escrita.
  • Si su hijo presenta algunas de estas características es necesario buscar la ayuda de un profesional, ya sea por prevención o como tratamiento.
  • Existen muchos recursos gratuitos para ayudar a su hijo, pero siempre es importante consultar a un profesional. 
  • Si se recibe el apoyo adecuado, la mayoría de los niños pueden mejorar de forma notoria su expresión escrita. 

Escrito por: Equipo Exprésate

miércoles, 4 de mayo de 2016

¿Qué Necesita mi hijo?




¿Qué necesita mi hijo? 

Un tutor o un terapeuta educativo


Antes de profundizar...


  • Los tutores y los terapeutas educativos son diferentes.
  • Los tutores ayudan con una materia específica, como Matemáticas, Sociales, Español, etc.  
  • Los terapeutas educativos tienen un enfoque más amplio. Ayudan a los niños enseñándoles técnicas o tips que les facilite el aprendizaje o su atención, van más allá de solo lo que aprenden en clase.  
Aprendamos más...
Hoy en día es más fácil detectar si un niño tiene dificultades de aprendizaje o de atención, así como de otros factores que son importantes en la vida y desarrollo de un niño. Los niños que presentan alguna dificultad en su aprendizaje realmente se ven beneficiados cuando se les brinda apoyo adecuado adicional en lo que respecta a su aprendizaje. Tanto los tutores como los terapeutas educativos brindan ese apoyo pero es importante saber lo que necesita el niño. 
El trabajo de los tutores o de los terapeutas educativos pueden tener similitudes, pero en realidad son diferentes. El trabajo que cada uno realiza con el niño es diferente, y entender esas diferencias puede orientar a los padres sobre que es lo qué necesita su hijo. 

Veamos cuál es el trabajo de los tutores:


Los tutores ayudan a que los niños mejoren sus notas en el colegio. Normalmente se van a enfocar en la materia específica como matemáticas, sociales, español, etc. Un tutor no necesariamente es educador especial; puede que tenga experiencia o no en trabajar con niños que tengan algún problema de aprendizaje o de atención. 
Los tutores le enseñan a los niños a como manejar el tiempo, sus habilidades y técnicas de aprendizaje y hacer correctamente las tareas. Se enfocan en las habilidades académicas que ya vieron en clase. Sin embargo, algunos tutores enseñan anticipadamente a los niños para que estén familiarizados con el contenido al momento de recibirlo nuevamente en clase. 
Normalmente los tutores ven a sus estudiantes entre una y varias veces por semana, para hacer las tareas. Algunos tutores llegan a las casas de los estudiantes, es lo más común. Esto es de beneficio para los niños que tienen problemas de aprendizaje o de atención, porque necesitan una atención exclusiva para poder aprender de una mejor manera. También, están los centros de tutorías en donde llevan a los estudiantes y reciben el apoyo educativo con otros niños, luego de clases. 

Ahora, cuál es el trabajo de los terapeutas educativos:

Los terapeutas educativos son especialistas que se preparan para identificar los problemas de aprendizaje o de atención que tenga un niño, además de apoyarlos en mejorar sus habilidades académicas, de aprendizaje o de comportamiento. Los terapeutas evalúan los problemas de aprendizaje, comportamiento, atención, etc., y proporcionan intervenciones específicas de la dificultad presentada. 
Por ejemplo, dislexia, disgrafía, discalculia, atención, etc. 

El terapeuta educativo no solo proporciona intervenciones específicas de la dificultad que presente el niño, sino también puede hacer sugerencias para ayudar y que el niño aprenda a manejar la frustración que provoca en él. 
Los terapeutas educativos prestan sus servicios en consulta privada, ya sea en la casa del niño, como en la clínica, también trabajar en un colegio o en un centro de aprendizaje. Pueden especializarse en un tema en específico o en ciertas edades.  Es importante que las terapias educativas puedan tomarse con frecuencia para poder reforzar y mejorar la dificultad que presenta el niño. Además, su costo es mayor que la de una tutoría. 
Por ejemplo, problemas de aprendizaje o de atención, en niños de preprimaria o primaria. 

Entonces, ¿Qué necesita mi hijo? 
Es importante evaluar cuales son las necesidades de su hijo. Si es por alguna dificultad de una asignatura específica, como aprender técnicas de estudio o como usar su tiempo, la tutoría puede ser una buena opción. 
Pero si su hijo presenta una dificultad de aprendizaje o de atención, un terapeuta educativo puede ser de mayor beneficio para él o ella, ya que el terapeuta le va a brindar herramientas específicas. 
Cualquiera que sea su elección, es importante que los padres se reúnan previamente con el tutor o terapeuta para exponer la situación del niño. Estas opciones ayudaran al niño a crecer como individuo, tener mayor confianza en sí mismo, aprender a manejar su frustración y mejorar en su rendimiento escolar y de aprendizaje. 




Puntos clave


  • Es necesario que el espacio de la tutoria o terapia sea agradable para el niño. Amplio, cómodo, sin distractores, como juguetes, o sonidos fuertes. Además, es importante contar con recursos básicos y específicos para las necesidades del niño.
  • Las tutorías ayudan al niño en mejorar su rendimiento académico, manejo del tiempo, fomentar la seguridad en sí mismo.  
  • La terapia educativa puede beneficiar al niño a pesar de no tener un diagnóstico relacionado a su aprendizaje o su capacidad de atención, así como aprender el manejo de la frustración y mejorar la seguridad en sí mismo. Su costo es mayor por la preparación y trabajo que se brinda al niño. 

  • Escrito por: Equipo Exprésate